domingo, 30 de marzo de 2008

A Garca*

Muy bien, resulta que hoy recordé una conversación que tuve con mi hermana pequeña (cata) hace algún tiempo atrás, y dado que me pareció bastante productiva, decidí subir aquí algunos puntos tratados en dicho dialogo para que disfruten de un montón de literal mierda:
- la cata me preguntó algo que me pareció digno de ser compartido con el mundo: ¿que celebridades te gustaría escuchar diciendo la palabra “poto”?. OBVIAMENTE ambos dijimos Stephen Hawking!! Imagínenselo por favor! En una conferencia hablando de hoyos negros y asuntos astrofísicos con su máquina que suena como robot (que de paso le da el toque científico a su disertación) y de repente de la nada, sin aparante coneccion con la sarta de información cuántica que se encuentra vomitando el tipo…POTO! Mierda, moriría si veo eso. Ok si alguno tiene otra celebridad que desearía escuchar diciendo tan jocosa palabra por favor coméntelo.
- ok. También, siguiendo con el tema, me contó que vio una película en la que un tipo se limpiaba el poto parado… si, usted leyó bien: después de desechar sus fecas por la vía convencional, se paraba del ídolo de porcelana y se limpiaba el ano parado (me doy cuenta que a partir de ese comentario se desprende la idea de que se puede desechar excremento por otros medios y/o cavidades pero no me detendré en este asunto por el momento). No sé si es problema mío solamente, PERO ME PARECE ENFERMAMENTE EXTRAÑO QUE SE LIMPIE LA RAJA PARADO… a ustedes no? Cuál es su problema? La wea incomoda. Creo que amerita una pequeña reflexión cierto?: ya, haces tu mierda, te paras. Y que pasa? tus nalgas se juntan! Obviamente! entonces es más difícil de limpiar a cabalidad, me imagino yo. En ese caso tendrías que abrir las piernas en una posición probablemente muy incomoda en aquella circunstancia en la que entre tu par de nalgas se encuentra parte del cuerpo del delito. No lo se, me parece extraño. Si usted se limpia parado, por favor hágamelo saber, para tenerlo en cuenta al momento de preguntarme si puedo o no confiar en tu aseo personal
- bien en los dos puntos anteriores he tocado lo que vendría siendo la piedra angular de lo que me dispongo a discutir a continuación: palabras chistosas. Díganme con una mano en el corazón que al decir o escuchar la palabra “ano” no sienten un primitivo e infantil impulso de cagarse de la risa al respecto? Por favor, típico que te mandan un mensaje de texto desde un celular que no tiene la letra “ñ” y en vez de “año” recibes un “ano”… no pueden no encontrar chistoso eso!!! ya ok, me percato de lo inmaduro de mi planteamiento, pero por el amor de dios si no les dan risa palabras como ano, teta, poto y semejantes es por q tienen a su niño interior completamente muerto!
- Bien, todos sabemos como suena un buen peo. Pero nos hemos detenido a pensar el por que de su sonido tan particular? Porque los peos caninos o gatunos no suenan como los nuestros? Son como secos, insípidos…les falta ese “no se que”. Tras años de plantearme aquella pregunta de tamaño corte existencial creo haber alcanzado una aproximación a lo que podría ser una respuesta a este dilema: las nalgas. Son ellas las que provocan tal sonido, funcionando como el instrumento vibrador por excelencia del mundo trasero. Miren a los perros y gatos, no tienen culo y por lo tanto las ventosidades expelidas por sus intestinos no tienen como resonar. Pero nuestra evolución nos ha llevado a desarrollar este dispositivo potencialmente musical que permite este fenómeno.
- me he dado cuenta que el tema de las secreciones, excreciones y los aparatos que las permiten a sido largamente analizado por la humanidad. Además de películas como la anteriormente comentada (q creo era algo de adan y eve..no recuerdo) en la literatura mi hermanilla dice haber encontrado otra gran reflexión: el poto no puede estar mejor ubicado. Piénsenlo por unos instantes, y den gracias. Su ubicación trasera nos evita el tener que lidiar con los horrores de su actuar. Sabia ha sido la naturaleza al darnos la capacidad de desligarnos visual y olfatoriamente de nuestras cagadas, por lo menos en parte. Solo imagínense tener el culo adeltante… gracias evolución!.
- este punto es totalmente atribuible a Mr.F. este personaje me ilustro con otro tipo de cagar: atajando goles. Ahora, imagínense a un arquero, con los pies separados, rodillas un poco flectadas, y los brazos abiertos. Ahora pongan eso en uno de estos como posos sépticos, o en baño de playa, esos en los que el agujero esta justo en el piso, sin posibilidad de sentarte. Lo desnudan y listo! Cagando. Posición muy complicada por lo demás, me imagino que si tienes problemas intestinales, lo más probable es que te ensucies todas tus extremidades inferiores. Si tienen alguna otra posición (asi como el kamasutra de la caca), por favor coméntelo.

Creo que son pensamientos de peso que vale la pena analizar (otra palabra chistosa xD)
Me retiro

ÉXITO!
*cagar, al revés…vocabulario del señor F. (la F no es diminutivo de Feca)

lunes, 10 de marzo de 2008

La magia del sur

Me dedico a relatarles una anécdota bastante particular, en realidad muy probablemente se trate de una de aquellas historias que cambian la visión de mundo de quien las lee. Por lo menos a mi me pasó. Así que, desde la voz de la experiencia les aconsejo no continuar con la lectura de ésta entrada si tienen algún tipo de fobia a la leche y/o a las gitanas mas una seria necesidad de visitar las plazas principales de nuestro país (y del mundo, porque no decirlo?).
Resulta que un compañero de mi hermana, cuya identidad dejaremos incógnita por que no la conozco, se paseaba por la plaza Colón un día tan (a)normal como cualquier otro, cuando sintió un extraño y sospechoso tirón en uno de sus bolsillos traseros de su pantalón. Presa del desconcierto, reviso sus pantalones para ver si todo estaba en su lugar solo para darse cuenta que su billetera estaba desaparecida. Inmediatamente nuestro noble ciudadano se giro sobre sus talones solo para descubrir que el autor de tan baja fechoría no era más ni nada menos que una gitana.
Ni tonto ni perezoso, el joven mozuelo pide de vuelta lo que por derecho era suyo, pero la gitana simplemente se rehusó a entregar el motín. Resulto entonces imperante utilizar la fuerza, y luego de un par de rápidos movimientos y un breve forcejeo, el joven recupero la billetera… pero despertó la ira Romané.
Con perplejidad, vio casi en cámara lenta cómo la gitana sacaba un hueso negro de su corpiño y recitaba algo que de seguro era algún tipo de maldición (aunque podría haber sido gases simplemente). Todavía inmerso en aquella especia de trance causado por lo perturbante de la situación, vio con asombro a la mujer abriendo su escote, cual Chicholina, para luego apretar una de sus tetas. En seguida, y en respuesta a la increíble presión que debe haber ejercido la mujer, un chorro de leche salió expulsado directamente hacia el pobre muchacho. Cuando finalmente la nube de asombro se disipó, el joven emprendió camino nuevamente hacia su casa en busca de una ducha y ropa limpia.
Ahora, ustedes podrán decir que el tipo salió ganando: ninguna herida, todas sus pertenencias sanas y salvas y un poco de leche en su ropa, pero que me dicen del daño psicológico que el pobre hombre sufrió?. Por amor a dios, si me pasa a mi creo q nunca podría ver una teta con los mismo ojos, ni a una gitana, ni a una plaza… mierda no podría ver nada con los mismos ojos. Estamos hablando de leche saliendo a chorros desde nada más ni nada menos que un pezón humano! Cresta, es preocupante. Además, si esa mujer puede apretar con tal fuerza su teta para que esta sea capaz de disparar leche (por que afrontémoslo, esa cosa era un arma y la gitana no tenía miedo de usarla) imagínense lo que podría hacer con TUS partes blandas, querido lector. Lo más preocupante de la situación, es que ya son dos historias de este tipo con las que me he topado, aunque la esperanza de que sean solo casos aislados es aún viable.
Aun así, si yo fuera ustedes, no me acercaría a las plazas para que una gitana me dispare un poco de “magia del sur”.
Adiós.
Postdata: un saludo a F y Monserrat, los únicos lectores de este espacio… gracias a dios.

lunes, 11 de febrero de 2008

$%((/%·""$%&/()

Hace un par de días, me encontré placenteramente recostado con mi novia, como siempre resistiéndome con uñas y dientes a todo intento por parte de mi súper yo para salvar mis ramos (el cual no es, y repito no es, un tipo de súper héroe). Cuento corto: termine viendo “Babel”. Abre paréntesis. Tengo 3 cosas que decir con respecto a la película: en primer lugar, no entendí la idea de la película y si no hubiese visto la sinopsis (donde explican algo sobre la comunicación, tema aparentemente principal en la historia) aun me estaría preguntando que cresta intentaban hacer con la película. Segundo, habría apostado a que Benicio del Toro trabajaba en Babel, por que lo vi en la sinopsis, pero aparentemente si le tiran un poco de talco en la cabeza a Brad Pitt y le ponen una arruga o dos obtendrán un Benicio del Toro mas popular.
Tercero: china desnuda. Si, lo leíste bien. Por alguna razón inesperada, la película requería de una joven oriental con una necesidad imperante de mostrar su cuerpo (o partes de el) al mundo entero, o a quien estuviera dispuesto a verlo. Ahora, me siento en la obligación moral de especificar un poco mas este último punto, como simple cortesía a mis compañeros masculinos, ya que se que el nombrarles a una china con deseos incontrolables de mostrar sus partes nobles en publico puede haber provocado cierto grado de inquietud entre mi pequeño pero muy preciado publico dueño de pene (mas pequeño que preciado). Debo aclarar entonces que la chinita en cuestión, además de ser colegiala de falda cuadrille (con todas las atribuciones que aquel estatus provee) tenia una razón muy comprensible para necesitar de tal forma el amor carnal pero, por deferencia a quienes no han visto el film (ja! dije film, me siento un cinéfilo). Aun así, y en plena conciencia de que las características que han podido rescatar de estas líneas, debo adelantarles que Babel no es una película porno ni un manga japonés.
Ok, a estas alturas del texto se me presenta un gran problema: olvide por completo que quería decir. Resulta que comencé a escribir este texto hace bastante tiempo, a finales del año escolar pasado, y resulta que lo que alcance a escribir era pura mierda, lo que acaban de leer, y dado que no alcance a plasmar la idea principal (que les aseguro era genial…o eso creo) no recuerdo de que se trata esto. Con mis debidas disculpas por esta colosal perdida de tiempo, me retiro a comer unas pasitas pa’ la memoria. Que la fuerza este con ustedes.

Postdata: por textos como este creo que la comunidad bloggera esta tan mal mirada: ahora todo imbecil puede publicar lo primero que se le pase por la cabeza. Internet: gracias…totales.


domingo, 25 de noviembre de 2007

Noche, playa, brisa, caña


Luego de un par de semanas destructivas, y aunque el estrés se ha hecho sentir con todo su poder en mi organismo, me decido a terminar con esta historia. Les presento unos de las secuelas menos esperadas del mundo:

Llegaron a la playa un grupo de sujetos, aforrándose a las sabias palabras del temucano, con un cargamento de botellas, cigarros y la maldita llama antes mencionada.
Por aquellas cosas de la vida, nuestros difuntos y este nuevo grupo compartían lazos y en aquella fatídica playa sus noches se hicieron una. De apoco las piezas del rompecabezas se armaban frente a sus inconcientes ojos en manos del destino sin que nadie pudiera hacer algo al respecto.
Salieron a la cancha las botellas y nuestro equipo, haciendo gala de una ofensiva que ya querría el seleccionado nacional, acababa una a una con ellas, sin misericordia señoras y señores.
Dicen quienes los vieron que en sus ojos se veía el brillo que la batalla saca del alma de quien pelea en purga ya perdida. Un juego del miedo: nadie gana, todos se embriagan.
De fondo se escuchaba la banda sonora de sus vidas, emitida por un par de trovadores improvisados que con sus guitarras se alzaban sobre las olas y hacían de aquella playa un acompañamiento a sus melodías fogateras. La batalla duro horas, observada atentamente por los dioses sorprendidos por los insignificantes ataques de sus insulsas armas, aquellos jóvenes, sin darse cuenta, estaban siendo protagonistas de una historia que nunca será editada para un gran libro, pero que la tierra recordara con detalles por siglos.
Algunos iluminados cuentan que si lograbas ser uno con la naturaleza épica de la situación, podrías haber escuchado conversaciones que mezclaban en perfecta armonía la estupida belleza de lo innecesario con la maravillosa sabiduría de lo culto.
Pero la ira de los dioses se hizo sentir, mas vale tarde que nunca, Dionisio cosecho en estos próceres de la noche la semilla de la derrota y uno a uno fueron cayendo. Heridos y débiles llamaron a la retirada y zigzagueando se dirigieron a sus carpas, por que soldado que arranca sirve para otra guerra.
De a poco cayeron en un letargo momentáneo, y aun descansan esperando otra oportunidad para librar la batalla eterna que aun los espera. Quizás esta vez perdieron, pero en el corazón de este servidor serán siempre héroes, los reyes de la playa. He aquí el tributo a quienes de hoy en adelante serán conocidos como “los 8”
Cambio y fuera

lunes, 12 de noviembre de 2007

Crónicas de una caña anunciada.

Me entere el día después, como siempre demasiado tarde para hacer algo al respecto. Una playa, cigarros, un coleman lleno de bebestibles y una guitarra se transformaron en la ecuación perfecta para un fin de semana que estos jóvenes no olvidarán.
Se despertaron aquella mañana plagada de cotidianeidad bajo el mismo cielo, iluminado por el mismo sol quemándose a miles de años luz de distancia. La misma brisa playera movía la misma carpa donde se entregaron al sueño la noche anterior. Salieron de la provisoria morada y caminaron sobre la misma arena para dirigirse al mismo mar que bañaba tan redundantemente la misma costa del día que la noche anterior apagó. Se miraron y vieron las mismas caras, arriba de los mismos cuerpos, que vieron hacía un par de horas atrás, antes que la oscuridad las ahogara.
Por lo menos, eso dirían algunos.
Pero tras sobrevivir a estos días de relajo playero, ellos relatan que aquella mañana plagada de cotidianeidad, traía escondida entre las mangas un cielo diferente, iluminado por un sol quemándose un poco mas cerca con cada día que pasa. Sintieron una brisa reponedora, distinta a cualquier otra, que los incitó a salir de aquella carpa tan diferente a como la recordaban, y correr a un mar que ofrecía diligente sus olas exportadas desde los confines del mundo. La arena, que tal como el sol, la brisa y el mar, a simple vista parecía rutinaria, supo recalcar su novedad y entrevieron los infinitos viajes de aquella masa granulada arrastrada por vientos que, en su viaje épico hacia una inevitable muerte en los polos, se transformaban en brisa marina golpeando sus rostros.
Así como las olas, arrastradas por aquel viento patiperro, no eran las mismas del día anterior, al mirarse los jóvenes vieron algo totalmente diferente aquella mañana costera: la cara de la caña.
Como si hubieran sido atacados durante sus sueños por algún mounstro digno de una película clase B (o Z), los cuatro jóvenes presentaban aquellas marcas indiscutibles de una noche de excesos. Sexo, droga y rock and roll hasta morir, pero con la frente en alto, se zambulleron en las frías aguas en un intento desesperado por sobrevivir a aquella deshidratación maquiavélica.
Luego de una reponedora sopa de pollo, estos feligreses de la noche se alzaron de nuevo en pie de guerra, iluminados con esa llama insensata que solo entienden quienes la encienden: los jóvenes (y johnny rotten). La vida es para vivirla dijo Tito Fernández y créanme, ellos la estaban viviendo. Pero como toda buena historia (quien dijo que ésta es una de esas?) tiene un final trágico que ,por esas cosas de la vida, deberás leer en una próxima entrega, si te interesa (cosa que me permito dudar con frenesí).

sábado, 27 de octubre de 2007

Minoría

Estuve pensando que no lo hice por probar novedad, ni por olvidar pretéritos. No pretendía encajar en una nueva (ni antigua) tribu social. La idea nunca fue identificarme ni resaltar. No tenia teorías de paz interior al respecto, ni me parecía que lograría ser mejor persona. No había modas, estilos, culturas ni demases en mi mente al momento de dar aquel paso. El plan no era rendir tributo al perro de mi infancia que me acompaño en todas, ni a la serpiente que salvo mi vida. No quería solidarizar con tribus hambrientas del tercer mundo, ni pretendía despertar consciencia sobre la matanza ilegal de ballenas albinas.
Entiendo a la gente que lo hace por alguna de estas razones, pero ¿por que a mi no me llaman la atención? ¿Que me pasa que el deporte nacional no me parece mas que un montón de tipos sudorosos corriendo detrás de un pelota?
Pareciera que vivo en otro mundo, donde doy mi reino por una guitarra, donde el saber que es un tiburón peregrino y como se hacen las pelotas de golf me parece perturbadoramente interesante. Pareciera que mi mundo no sale de una disco repleta de púberes reggetoneros, ni de hordas de las nuevas pokemonas en busca de la mayor incursión insegura por noche (dicho sea de paso: que mierda es una pokemona?).
Y es que me di cuenta que soy un nerd. Si, a lo mas gringo rechazado, parezco un cliché de preparatoria. Gracias globalización. Heme aquí en un mundo totalmente extraño, pero fascinante. Cual Prot lejos de su amado K-Pax, me siento totalmente forastero en este planeta que cada día se parece menos a la tierra.
Pero me gusta ser así, y aquí se hilan las ideas sueltas de estos pequeños párrafos: creo que las cosas que hago, inconciente o concientemente, las hago por que me gusta vivir fuera de la línea socialmente aceptada. Como dice Graffin, el buscar el limite mortal para establecer lo obvio, por lo bajo, me parece estimulante.
Así que lo más probable es que cuando las cosas tomen sentido (o tomen el sentido de la mayoría) las dejare de hacer. No se en que me convierte esto, ni como me encasillarán por eso, pero creo que me mantendré sin clasificar dentro de la taxonomía urbana mientras pueda (amenos que surja una tribu que sea algo así como “los cataldos”)
Aparentemente este torrente insulso me deja con la simple idea de “viva la minoría” y un par de preguntas interesantes: como se perciben ustedes y como encajan (o no) en esta sociedad marciana?.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Si yo fuera tu no leeria esto


Interpretación. Ese toque que le da cada persona a todo lo que interactúa con ella. Por que probablemente “árbol” es mas que una simple planta de tronco leñoso que se ramifica a cierta altura del suelo para un dendrofilo (gracias por al definición Mr. Google), será una amplia gama de sentimientos bizarros que solo el siente. Podemos asociar a inofensivos objetos materiales una cantidad de sentimientos impensados para una maquina que solo ve lo tangible y el árbol ya no es solo un montón de hojas pegadas a un tronco, sino quizás la nostalgia de quien tubo una casa en un árbol como aquel, o profunda tristeza para quien su hija murió aplastada por uno y amor verde para un ecologista empedernido (dendrofilia???xD). Pero esta característica tan interesante de nuestra interacción con el medio, parece aún mas impresionante cuando se lleva al arte, y es justo en este punto donde estuve cavilando por un tiempo, pegado a unos audífonos luego de leer la interpretación en una pagina sobre cierta canción.
Por años la escuche apasionadamente, intentando entender que quería transmitir Vedder. Y creí entender, formé en mi mente una pequeña representación del tema y paso el tiempo. Hasta que ayer leí aquella página y la forma de entender el tema que, aunque no mucho, difería de la mía. Y me pegue la vola’.
¿Por que cuando digo “el grito” en la mente de algunos se generó un vinculo inmediato con Van Gogh y su pintura, otros vieron en su mente a Guayasamín y su grito y otros recordaron a Sarah Michelle Gellar arrancando de un pequeño chino azul?. Parece tener respuesta tan evidente: todos procesamos lo percibido de (a veces muy) diferente manera, y por lo tanto interpretamos diferente y parte de esa diferencia esta dada por que cada vez que lo hacemos traemos a la mesa toda nuestra historia personal y, puesto que el calificativo de “personal” no es azaroso, todos interpretaremos diferente al resto.
Y es ese preciso punto el que hace al arte tan especial, o por lo menos el que deja espacio para esta interpretación, a diferencia del arte concreto e insípido que nos dice todo cuanto tenemos que sentir y entender de él. Me fascina ese espacio vital que ciertas obras mantienen abierto para hincar tus dientes en ellas y meter cuchillo en la medula de su composición para manosear cada rincón de su subjetividad.
Por eso, en música, me gustan artistas como Vedder o Yorke que a simple vista no generan coherencia alguna, pero que al pasar por ti esas notas y letras se recubren de un sentido que ni siquiera ellos imaginaron, es lo que hace inmortal al mundo de la música, es lo que nos apasiona a quienes vemos el mundo pintado de corcheas y llaves de sol: la música no solo la hacen quienes la componen e interpretan, la mitad del trabajo lo hace quien la escucha y la siente.
Y se me antoja preocupante el darme cuenta que a veces, cuando a mi lado solo siento soledad, los únicos que me entienden a la perfección son un puñado de tipos a miles de kilómetros de distancia que a través de un pedazo de policarbonato de plástico lograron atravesar el mundo desde su isla hasta este rincón del planeta y conversar de todo y nada conmigo….y además hicieron una canción al respecto. A veces pareciera que componemos juntos.
Amo esa oportunidad de darle vida a lo que antes de pasar por mi no era mas que mucho ruido y letras. Imprimirle sentido al asunto, y saber que quizás quien escribió aquella pequeña obra maestra probablemente si estaba pensando en espejos retrovisores y policías reflejados en ellos, pero que en mi corazón cada nota suena a emancipación, a superar dolor y aprender de la vida para mirar todo mas claramente desde MI espejo retrovisor.
Y cada persona que aferrado a un parlante del cual brota un poco de música interpreta de diferente manera, otorga un matiz impensado a la trama de la canción, probablemente muy diferente al que le otorga aquella otra persona a un océano de distancia escuchando la misma canción, y es esta variedad la que le da la riqueza característica del mundo del sonido. Cada momento de nuestras vidas hace a la canción diferente, la tiñe de colores distintos, por muy tenues que sean. Es esa arista imposible de medir impresa en cada tema que le pone sonido al día a día, “esa” nota combinada con “esa” letra.
De todas maneras, cada momento de nuestras vidas, cada evento, cada día, cada personaje en nuestra historia tiene un tema propio, una canción que calza perfecto allí y que parece escrita a la medida de nuestros mundos. Quien sabe, solo sé que mi música es mi música, aunque no la haya escrito yo. Cada persona es un artista y cada obra de arte le da vida al mundo y el mundo le da vida al arte.
Al final del día, puedes ser el científico mas objetivo del mundo, recto como una tabla, fiel a los números y solo a ellos, pero aun así tienes que aferrarte por un momento al salvavidas de la locura subjetiva que otros crearon para que tu mundo no se venga abajo. El arte evita que este mundo contaminado con objetividad se acumule en nosotros hasta la explosión, una sola canción abre un poco mi válvula y me salva con su toque preciso de interpretación. ¿Qué abre tu válvula?

Postdata: juro que en mi mente, ideas como la de este texto son mucho mejores que cuando las saco de ella xDxD